Esta es la preciosa historia que nos ha regalado Alberto Puche, capitán del equipo, maravilloso deportista, y excelente compañero y persona:
Crónica de un sueño que se hizo realidad
Voy a contaros qué es una Copa de España de clubes desde mi punto de vista, soy uno de los nadadores que empezó este proyecto de club y que hoy en día sigue dando guerra. Disfrutad del viaje.
Martes, 03 de Abril de 2012
Somos un equipo formado por gente que entrena a lo largo de la geografía española, y al contrario de lo que muchos puedan pensar, mantenemos un contacto diario entre nosotros, por lo que esperamos ansiosos las oportunidades que se nos ponen por delante para juntarnos y disfrutar de la natación.
Diego y Bernardo se ponían dirección Madrid desde Valencia, mientras que Rufete, Manu, Salva, Enrique, Pedro, Jose y yo nos poníamos dirección Madrid en furgoneta. Alexis, Carlos, Marcos, Jose Mª, Salva Parra y Fran nos esperaban en Madrid.
Viaje ameno, hablando de natación, de qué esperábamos cada uno del campeonato, incluso nos atrevimos a hacer una porra, con cierta cautela…ninguno éramos conscientes de lo que nos esperaba.
Primer entrenamiento en la piscina de competición, primeras miradas a nuestros rivales, primeras sensaciones, y todo listo para empezar. Al hotel, a comer, descansar, y a concentrarse un poco, por la tarde tocaba empezar fuerte.
Saliendo del hotel dirección a la piscina, miraba a mis compañeros, a mis amigos o hermanos, todos con la música puesta, cada uno concentrándose en su prueba, los nervios se notaban, estábamos a punto de empezar la competición por equipos más importante de nuestras carreras natatorias…y llegamos a la piscina.
Reunión de equipo en la que nuestro entrenador nos dijo unas palabras y yo también me dirigí a los nadadores para pedirle básicamente tres cosas: Concentración, coraje y never surrender (nunca rendirse). En ese momento lo vi claro, quizás no éramos el equipo con más nombre, pero éramos el equipo con mejores personas.
La competición se desarrolló bien, pero no con la sensación de que todo iba sobre ruedas, de que iba a ser fácil, todo lo contrario, surgieron las primeras dudas, las primeras caras de preocupación, es entonces cuando nos volvemos a reunir para comentar que no está tan mal, que en la primera sesión habíamos acabado en la 3ª posición, una posición que nos permitiría luchar por afianzar la categoría e incluso con permitirnos soñar con ascender.
Miércoles 04 de Abril de 2012
Como uno ya lleva unas cuantas competiciones a las espaldas, y conociendo a nuestro entrenador…decidí antes de irme a dormir la noche anterior descolgar el teléfono, sabía que nuestro entrenador habría dado la orden a recepción de que nos despertaran…y a mi compañero de habitación (Carlos) y a mí nos apetecía dormir esos cinco minutillos más que te dan la vida. Así que subieron de recepción a tocarnos la puerta, 7.30 de la mañana, empezaba un intenso día.
Ese día sabía que todo iba a cambiar, todos estábamos muy enchufados, el ambiente era diferente, ya empezábamos a pensar en el ascenso, no nos conformábamos con mantenernos en 1ª división.
Así que llegamos a la piscina, seguíamos en tercera posición, nuestra misión era ir recortando puntos al club que iba por delante, poco a poco, “pulgada a pulgada”.
Quince minutos antes del inicio de la sesión, todos nos juntábamos en piña para hacer nuestro grito de guerra, mi hermano lo iniciaba y todos le seguíamos, con ganas, con garra, la piscina tenía que saber que estábamos ahí y que no nos íbamos a rendir.
Esta sesión fue muy bien, conseguimos acercarnos a nuestros rivales en la puntuación final y en cada metro que competíamos yo me sentía más orgulloso de mi equipo, sentía que estábamos más cerca de conseguirlo, pero había que mantener los pies en el suelo y seguir concentrados.
Este tipo de competiciones se componen de sesiones muy cortas, de hora y media de duración, pero de una intensidad fuera de lo normal, he tenido el pulso por las nubes en cada una de las sesiones.
Tras una siesta de una hora, en la que, por cierto, soñé con natación…volvimos a coger el metro dirección a la piscina, la tercera sesión estaba a punto de empezar, era una sesión clave. Debíamos acabarla muy cerca de ellos o incluso adelantarles en la clasificación.
Tras la reunión de equipo volví a tener el corazón a mil, esta vez me tocaba nadar a mí…y la verdad, no salió como esperaba, salió mucho peor de lo que esperaba, pero tengo la gran suerte de tener un equipo que cuando sales del agua te arropa siempre, y te hace ver que en este deporte, tu trayectoria no se mide por las veces que caes, si no por las que te levantas…algo que no se debe olvidar nunca.
Acabamos la sesión a tan solo dos puntos de nuestros rivales, nos marchamos al hotel con la convicción de que la última sesión sería de infarto, de que cada metro iba a ser decisivo.
Cuando llegamos al hotel, y tras cenar, nos reunimos en una sala del hotel y tras aclarar qué pruebas nadaba cada uno al día siguiente, y de concienciar al equipo de que ahora sí, el objetivo era subir a División de Honor, vimos un vídeo muy motivante, un vídeo que nos puso los pelos de punta, acabamos dando golpes en la mesa al grito de “¡a por ellos!”.
Jueves 05 de Abril de 2012
Lo confieso, apenas he dormido esta noche, a las 5.22 he mirado mi blackberry para ver qué hora era, y desde ese momento no he vuelto a dormir, he visualizado mil veces la sesión que teníamos por delante, me he convencido a mí mismo dos mil veces de que todo iba a ir bien y por fin, a las 7.20, he recibido la llamada de recepción que indicaba que el día empezaba.
Desayuno, maletas, metro, piscina. He pasado por delante de nuestros rivales y la verdad, se respiraba cierta tensión, ellos eran conscientes de que íbamos a por ellos y nosotros de que no nos lo iban a poner nada fácil.
Reunión de equipo, casi con los ojos pegados, para dar el último empujón a los nadadores, en esta reunión siempre se le da mucha importancia a luchar cada metro, a intentar que no quepa posibilidad de descalificación y de que los nadadores que ya no nadan se dejen el alma animando. Y la verdad…así ha sido, hemos ido nadando prueba a prueba hasta que justo antes del relevo 4x100 estilos nos colocábamos ocho puntos por encima del Covibar (club que hemos llevado por delante durante toda la competición).
Así que aprovechando los últimos diez minutos de descanso de la competición, nos hemos vuelto a reunir, en piña, abrazados, para simplemente decir que podíamos, que Carlos, Salva Parra, Alexis y Jose Mª podían darnos la gloria.
Yo estaba en la grada, antes del relevo tenía ganas de vomitar, de verdad, no he tenido tantos nervios en mi vida, ni el examen más difícil de la carrera me había puesto tan taquicárdico.
Carlos sale a espalda, Carlos es increíble, Carlos da el 200% en cada prueba que nada, y Carlos toca la pared apenas medio segundo por detrás de nuestros contrincantes. Es el turno de Parra, sale “a muerte”, la posta de braza es complicada, no es fácil remontar la distancia, por lo que seguimos en la misma posición. Turno de Alexis (ha nadado en esta misma sesión 200 Mariposa y 400 Libres), con sus piernas agotadas hace una posta de Mariposa digna de un nadador olímpico, no lo olvidemos, el estuvo en Pekín 2008. Toca la pared en tercera posición, Jose Mª (Pollo para los amigos) salta, el primer puesto es inalcanzable, pero el sale como una bala, a falta de un largo para acabar el relevo sigue en tercera posición, pero su rival cada vez tiene menos fuerzas y él cada vez más, cada metro que nada estamos más cerca de división de honor…a falta de 10 metros para la pared lo adelanta, mete la cabeza y toca la pared.
Desde este momento la secuencia de acontecimientos ha sido la siguiente: silencio, mirada a mis compañeros, mirada a los nadadores, euforia.
No puedo describir con palabras qué se siente, es felicidad absoluta, es la recompensa a tantos años, a tantos madrugones, a tantos metros, a tantos golpes que te da este deporte, es la recompensa a un grupo de personas que se han dejado el alma por este equipo.
Si alguna vez vuestros hijos, vuestros amigos, vuestros compañeros o vosotros mismos dudáis sobre si merece la pena tanto sacrificio, leed esto, esperad que pase el tiempo, que le llegue el turno a las generaciones más jóvenes, porque os aseguro que estas experiencias no tienen precio.
Un saludo y gracias por el apoyo.
Alberto Puche.
